Que alguien dé a las cosas que hace, escribe, canta o fotografía, el epíteto de cultural, no es mas que un sentimiento de pertenencia. Los que aquí escribimos lo hacemos por que somos de Bellmunt de Mesquí. Otra opción es que sin serlo, queremos.
La Cultura así, con mayúsculas, puede llegar a ser algo asfixiante, castrador, la cultura oficial, la norma, la que da prestigio. Lo que encontraréis en estas páginas no es mas que nuestra opinión, nuestras historias, nuestros anhelos, nuestro idioma (pocas veces, ay!), algunas nuestra tristeza y la mayoría nuestra alegría de ser.
Nuestra pequeña cultura no tiene sentimiento idealista, no nos llevará a ninguna “cumbre del saber”, la queremos diversa, nueva, aunque no sepamos que quiere decir, libre. En Bellmunt, todavía no hemos hecho de nuestra cultura, mito y por tanto no estamos en el proceso de derribarlo para poder respirar, ¡somos tan pocos!.
Siempre hemos sido tierra de frontera, a caballo entre uno y otro reino, entre una y otra lengua y nos hemos acostumbrado a vivir en ella, la frontera, ya nuestra casa, nuestra ventaja en estos tiempos de afirmación terrena: nosotros no somos de ninguna parte, somos navegantes varados en nuestro río sin agua, un puerto en cada uno de vosotros y esta serie de bits, nuestro cuaderno de bitácora, abierto. A todos.
SOL DE VILA 