No tens coneixement, diu la Sofia

febrero 16, 2008

Toni Mompel

….Y ¿hay formaciones rocosas más elevadas que la barra del bar de Belmonte?, afortunadamente, sí.

A está conclusión llegué una tarde de finales del mes de junio del 2003, viendo una competición de escalada femenina celebrada en alguna ciudad del Norte de España.

Raudo y veloz, tras finalizar la competición, giré mi cabeza 90 grados, mire a Sara y le dije: Yo quiero probar eso de la escalada.

Al día siguiente consulte al todopoderoso internet “escalar en Barcelona”…… . Dos días más tarde me encontraba con 27 años intentado aguantarme en la pared de un rocódromo (recinto donde se entrena, está formado por presas y paredes artificiales).

Bueno dejando el rollo que les he narrado anteriormente, vamos al grano.

Hay diferentes tipos de escalada, deportiva, libre, clásica, en hielo….. . Voy a hablar de la deportiva, que es la que practicamos Sara y yo. Esencialmente se define o se caracteriza por la ascensión de una pared sólo con la fuerza y técnica del individuo; queda totalmente exento ayudarse de elementos artificiales, tales como piolets (picos), cuerdas…. , ya que estarías practicando otro tipo de escalada.

¿Qué necesitas para poder escalar?

Primero alguien que te enseñe, ya que esto no es ponerse delante de una pared y comenzar a subir, hay que tomar precauciones y esto requiere tener unos conocimientos previos de seguridad ya que simple y llanamente sino los tomas te matas, en el mejor de los casos.

¿Qué más se necesita? : una cuerda de 60 o 70 metros (la mía es de 70m por si alguna vía supera los 30m), un mosquetón, un ocho o un reverso o un grigri (con estos aparatos se da cuerda, se recupera cuerda o te frena si caes, hay diferencias importantes entre ellos), arnés, cintas (son dos mosquetones unidos por una cinta de nylon, uno de los mosquetones lo colocas en la chapa y por el otro mosquetón pasas la cuerda), pies de gato (se denomina al calzado que se utiliza), casco y magnesio.

Deseo puntualizar que las paredes por las que escalamos están equipadas, es decir, hay unos anclajes en la roca cada 2 o 3 metros llamados chapas, donde colocaremos las cintas mencionadas anteriormente. Si las vías no estuvieran equipadas la lista de material a utilizar se ampliaría.

El equipamiento básico, para vías ya equipadas, no es barato: para 2 personas: 1 cuerda, 2 arneses, 15 cintas, 1 reverso, 1 mosquetón, pies de gato, puede valer unos 500 Euros, también dependiendo del dinero que te quieras gastar, como todo. Normalmente te compras primero un arnés y los pies de gato, vas a escalar con gente que tiene el equipo y si ves que te gusta, te acabas comprando el resto de los enseres poco a poco.

Mimar el material es esencial, ya que todos ellos son elementos de seguridad, que en caso de caída, conseguirán que la cosa quede en un simple susto. Pero hay algo mucho más importante que todo esto y es el compañero, la persona que está abajo dando cuerda, recuperando, frenando una caída o animándote. El asegurador tiene que estar atento en todo momento ya que de él depende tu vida si se produjera una caída.

Y ya que me han brindado está oportunidad de participar y expresarme en un acto público aprovecho para saludar a mi madre, a mi padre, a mi hermana, bueno a toda la familia en general, amigos y sobre todo a Torrente y Dolores dos grandes canes donde los haya.

Tras llevar un año y escasos meses practicando escalada libre se denotan algunas diferencias con otros deportes que he practicado de niño y no tan niño. Disfrutar, sufrir, cansancio….. son estados anímicos y físicos que son comunes en todos los deportes, pero personalmente creo que hay factores que destacan respecto a los mencionados anteriormente. Uno de ellos es el autocontrol, estar a 20 metros de altura en un paso complicado con los antebrazos dilatados al máximo, cansado y el miedo a caer, requiere echar mano del dicho “vísteme despacio que tengo prisa” en ese momento es cuando tienes que relajarte y tranquilizarte, relajarte para que no fallen las fuerzas y tranquilizarte para pensar como vas a superar ese tramo de vía, pero esto se gana con la experiencia, muchas veces la suma de cansancio más bloqueo mental (causados por los varios metros que te separan del suelo) dan el resultado

de caída.

La primera vez que me presente en el rocódromo, éramos una manada de 16 personas, muchos ya llevaban tiempo escalando, Yo era y soy todavía un lechón. He tenido la oportunidad de conocer a personas de otros países Venezolanos, Ucranianos, Franceses, Argentinos de todos aprendes algo y es

interesante ver como siendo de distintos países y culturas todos viven la escalada de forma muy parecida. Con el grupo con el que voy a la montaña, hay una chica Argentina, concretamente de Buenos Aires, que se llama Mariana, que prepara una infusión llamada Mate que se suele tomar, sobre todo en época de frío, cuando estamos reunidos después de haber realizado una ascensión.

Es imposible explicar, en dos hojas, técnicamente todo lo que engloba la escalada, graduación de dificultad de las vías, colocación de material, asegurar, preparación física y mental, un largo etc que no merece la pena explicar ni leer si no te gusta este mundillo. Pero si es interesante intentar dar a conocer las sensaciones que se experimentan cuando llegas al final de una vía. Evidentemente subir requiere esfuerzo físico y fuerza de voluntad, pero una vez has llegado al final de la vía, a 30 metros de altura, asegurado, sentado sobre el arnés, colgando de la cuerda y de espaldas a la pared contemplando el paisaje, se te ofrecen sensaciones de tranquilidad, libertad, paz, sosiego… no hay dinero en el mundo que compense ese momento, el extres tan famoso de las urbes queda erradicado completamente (las vías que escalamos son de 30 metros máximo supongo que a 200, 300, 900… metros de altura las sensaciones serán mucho mayores), habría que añadir la satisfacción.

Hay escaladores que se inician desde muy niños en este mundo, muchos de ellos acaban convirtiendo la escalada en un forma de vivir la vida, para que se hagan una idea más clara piensen en la imagen del surfista que va viajando de costa en costa buscando olas, esto es lo mismo.

Respecto a la familia, mi madre y mi hermana no me dicen nada, mi padre se ríe porque sabe que tengo vértigo (pero cuando se está subiendo por una roca, todo ese miedo desaparece solo poner la primera mano en la pared, desconozco el motivo), bueno y mi yaya dice: No tens coneixement, si depengues de mi no ho faries, no, amb lo chiquet tan majo que ets. Que razón tiene… con lo de majo.

Bueno no quiero terminar mi andadura en esto de los actos públicos sin recordar que si alguien se decide a practicar este deporte, lo primero que tiene que hacer es buscar a alguien que le guíe y le enseñe como mínimo como se coloca el material y como se asegura. Segundo cuidar el material, (si todo esto se controla no tiene que suceder nada, yo me he caído 2 veces y es un momento, no te enteras, te quedas colgando y con 2 testículos u 2 ovarios, leña al mono de nuevo … .), tercero intenta subir , disfrutar y ya me contarás.

Probablemente si otro escalador hubiera escrito el artículo lo habría enfocado desde otro punto de vista, todo lo que escribo son experiencias y conclusiones propias.

Nota: Este deporte no es solo de “machotes”, las mujeres poseen una clase natural escalando que da miedo verlas ascender.