Un nóvel con olfato

febrero 16, 2008

Richard Axel y Linda Buck han sido galardonados, este año, con el premio Nobel de Medicina, por haber descubierto como el sentido del olfato es capaz de redordar un aroma años después de percibirlo. Estos dos investigadores han resuelto el enigma de la madalena, aquella pieza de repostería cuyo olor despertaba ricos recuerdos de infancia en la novela de Marcel Proust: «En busca del tiempo perdido».

El sentido del olfato «ha sido durante mucho tiempo el más enigmático de nuestros sentidos. Los principios básicos para reconocer y recordar unos 10.000 olores distintos no se comprendían» destaca la Asamblea Nobel.

Que dos científicos solos hayan descifrado uno de los grandes sentidos humanos es un logro único en la historia de la ciencia.

Pero es un hecho, el cual todos hemos experimentado -y experimentamos- la misteriosa relación entre capacidad olfativa y memoria. Los que permanentemente no vivimos en Belmonte, pero si lo hicimos durante toda nuestra infancia y adolencencia, no podemos evitar que en ciertos momentos de nuestra existencia, algunos olores evoquen paisajes, situaciones y hechos vividos en esas épocas.

Puede suceder, por ejemplo, que paseando por la Rambla de las Flores de Barcelona, densamente cargada de olores, el penetrante aroma del romero se abra paso con fuerza, en la memoria, para evocar otra «rambla», silenciosa y sosegada, camino delicioso hacia la ermita de San José.

Como un relámpago pasan hechos y escenas vividas en la ermita. O también el fuerte olor de las hojas secas en esta época de otoño, recrea imágenes de los otoños pasados en Belmonte, donde el invierno es largo, inacabable; la primavera corta y precaria; y el verano una exhalación… ; pero el otoño es largo, lineal, suave. Olores como el de unas castañas asadas en cualquier esquina de

Barcelona, me recuerdan la bellotas asadas en el fuego del hogar de mi niñez, cuando en el interior de las casas -en aquel entonces sin calefacción- se inicia el enfriamiento y el desalojo de la tibieza veraniega; pero el aire mantiene todavía al exterior, una temperatura agradable y la metereología del otoño tiende a crear unos días de una luminosidad tan fina que las cosas se perciben de una forma nítida i precisa.

Yo diría que la capacidad olfativa es un don -los científicos hablan de moléculas, genes, receptores olfativos, etc.- que nadie puede obviar; y que unidos olor-memoria evocan en nosotros imágenes, recuerdos y emociones.

¿Cómo voy a deciros yo a los que vivís permanentemente en Belmonte, que allí huele la luz, huele la savia; que el poder olfativo de la materia se siente, vasto, en la soledad de los montes, en el olivar reluciente… y que si llueve, ¡mejor! su alegría se huele cuando el agua se precipita repiqueteando en los tejados, cuando el olor a tierra mojada satura el aire y evoca y aguijonea la memoria…?

Es demasiado pronto para saber «qué beneficios prácticos aportarán las investigaciones de los premiados» reconoció la Asamblea sueca. Pero los simples mortales de a pie, sabemos -si dejamos que el binomio olfato-memoria evoque algo en nuestra existencia- que una suave fragancia, un olor, puede desencadenar en nosotros recuerdos, emociones y experiencias vividas. Reconocerlas ¿nos hace mejores, peores, felices, infelices?.

En la interesante novela de Patrick Süskind «El perfume», el protagonista es un asesino dotado de un impresionante olfato. Pero leer

– si todavía no lo habéis hecho- uno de los más bellos poemas de amor, jamás escrito, que es el libro del «Cantar de los Cantares», donde el perfume del esposo y de la esposa desata en el recuerdo de los amantes miles de imágenes y sentimientos dando lugar a uno de los libros más hermosos de la Biblia.

Creo que si somos capaces de reconocer, agradecidos, este don olfativo que poseemos, podremos disfrutar de los momentos agradables y bellos que pueblan nuestra memoria y nuestras vidas; y si estos recuerdos son a veces difíciles i dolorosos, quizás al evocarlos, podamos integrarlos y asumirlos en paz y serenidad en nuestra existencia.

¿No es cierto que entonces olfato-memoria podrían ayudarnos a ser más felices?

Enriqueta Calvo


Bienvenidos

febrero 16, 2008

 

Los antiguos, carrozas o fósiles, los belmontinos que en el asunto de cumplir años estamos servidos, porque tenemos “mazo” , como oía no tan recientemente articular al envidiable sector juvenil; nosotros que ya tenemos historia porque perdimos la juventud, apreciamos en perspectiva los cambios sociológicos de Belmonte y constatamos cómo nuestro pueblo despoblado, que lo despoblamos por imperativos varios pero siempre relativos a la materia amén de raras excepciones forzadas por usos políticos del momento.

 

Belmonte se repuebla de forma sutil, lenta y ciertamente armónica. No han venido mineros a sustituir los Honorios (y más), porque las minas fueron cerradas. No han venido nuevos labradores relevando cejudos Gregorios (y más), porque el campo cuya labor no puede mecanizarse no rinde, y donde entran máquinas no se necesitan muchos brazos para hacer el producto mínimamente jugoso.


Pero vienen de otras Tierras, en cuenta – gotas, muy tranquilamente, ilusionados, como deben hacerse las cosas bien hechas; como vinieron los brigadistas en defensa de la República. Así se repuebla Belmonte. Y han arraigado constructores, albañiles, masones (que todo es lo mismo) porque Belmonte no quiere caerse y debido a su esfuerzo lo consigue; calladamente también lo agradece.


Belmonte ha sido elegido por otros como “Reposo del Guerrero” al finalizar su vida laboral en la gran urbe; inteligentes y experimentados trabajadores que fueron, se han afincado en nuestro pueblo para reposar, y aportan sus conocimientos y experiencias que serán útiles a quien necesitando, sepa oírlos. Algunos de estos ocupan parte de su tiempo cultivando su inquietud artística y realizan maravillas.

Reconociendo lo anterior como hecho incontrovertible, que si no reúne en Belmonte la población de otrora, esta manteniendo su existencia, su vida propia. No es mi intención profundizar en el asunto sino rendir un público homenaje a las gentes venidas de fuera que ya son belmontinos y muy responsables de la revitalización del pueblo.

Pero sería difícil de plasmar personalmente a todos ellos por lo que he ideado una estrategia buscando la síntesis. Carmen y Ramón resumen en sus personas al belmontino recién llegado que además del necesario esfuerzo en la rutinaria actividad, añaden su capacidad creativa cumpliendo con holgura una exigencia ancestral entre los humanos, recogida fielmente en algún pasaje del imperativo religioso; nos dan de comer y beber a los hambrientos y sedientos, nos deleitan sus manjares y brebajes. Como acertadamente comentamos, son además una imagen belmontina, tarjeta de presentación para cualquier visitante. Su hija ya chapurrea en la calle, pero a ellos les habla castellano, como me ocurría a mi.


Alguna noche de verano, cuando me retiro hacia casa, desde el silencio musical de grillos y lechuzas oigo las viejas piedras susurrando agradecimiento a los nuevos pobladores de Belmonte. Y yo, y mi generación, los que nos fuimos, dejando allí parte de nosotros, hacemos eco y decimos: SED BIENVENIDOS, GRACIAS.


Juan José Belvis Mompel


Otoño (Vendimario) 2004


El Aragón turístico del mañana

febrero 16, 2008

El Aragón Turístico de Mañana

He cogido mi bola de cristal y he echado un vistazo hacia el futuro turístico de Aragón en 10 años. Y como Dr. Martin Luther King, I have a dream…..o más bien varias visiones, aunque sean un poco más banales que las suyas.

I have a dream…….

Aragón figura en todos los programas de viaje de los principales tour operadores europeos, especializados (no de masas) en vacaciones activas – en senderismo, naturaleza, ornitología etc. etc. Reportajes turísticos salen en los medios más importantes de Europa y Aragón tiene el espacio que merece en las mejores guías de viaje sobre España – Guide du Routard, Rough Guide, Lonely Planet – tanto como Catalunya, Galicia y Andalucía etc. en vez de las escasas 10 a 20 páginas de ahora.

I have a dream…….

Se usan menos árboles para imprimir menos pequeños folletos. Hay más información virtual, Aragón comunica mucho mejor y se expresa en más idiomas, incluyendo el chino y el japonés. La información es selectiva, basada en la calidad de los productos turísticos, y está escrita desde el punto de vista del cliente potencial – sus deseos, necesidades, gustos etc. ¡Han desaparecido para siempre esas traducciones a un inglés incomprensible desde un castellano grandioso y laborioso con frases de 5-6 líneas, llenas de adjetivos y de datos históricos!

I have a dream…….

Los políticos aragoneses entienden por fin que el turismo no es un juego de futbolín que se interrumpe durante casi un año cada vez que haya elecciones. Aprecian que es un serio motor de regeneración y uno de los 3 pilares económicos para los pueblos de Aragón. El turismo se ha hecho apolítico y está en manos de los profesionales, mientras los políticos se dedican a la política y les supervisan.

I have a dream…….

Las 33 Comarcas, en vez de crear sus propias identidades individuales que no hace más que confundir al turista potencial y malgastar los escasos fondos para la promoción del turismo, están colaborando juntas en alianzas y grupos, como el Bajo Aragón histórico, Pirineos etc – marcas que son más atractivas y reconocibles.

I have a dream…….

Se ha llegado a crear un turismo inteligente a lo largo del año. Cada pueblo tiene sus 5-6 casas rurales para que pueda acoger a sus visitantes sin cambiar la naturaleza de la experiencia rural que vienen a disfrutar. En otras palabras, el turismo contribuye a la economía local sin invadir, cambiar y eventualmente destruir el contorno, como en tantos otros sitios.

Y la tasa de ocupación de las VTR (Viviendas de Turismo Rural) en el Bajo Aragón ha crecido a más del 50%, a unas 30 semanas al año. Se llenan con personas que han venido en todas las estaciones del año de toda Europa para hacer senderismo; conocer a una España diferente y a sus gentes; y disfrutar de la paz, tranquilidad, el paisaje y sus productos de la tierra.

NB – En la actualidad está a menos del 10% – están llenas en Semana Santa, Año Nuevo, a veces agosto y poco más. Es una triste situación cuando se piensa en todas las inversiones, el trabajo y la calidad del alojamiento.

I have a dream…….

Se cuida de los pueblos y el medio ambiente. Las granjas ya no son cicatrices que destruyen las vistas. Están todas o pintadas o rodeadas de árboles e integrados en su paisaje. ¡E incluso huelen a rosas! O quizás se ha plantado albahaca alrededor.

I have a dream…….

Se han resuelto los problemas de las escombreras en el campo y las basuras en los lugares de más belleza donde la gente va a disfrutar de la naturaleza, y no del excremento del consumismo. Son dos serios peligros para el turismo que tienen soluciones muy diferentes.

I have a dream…….

Carmen París es la nueva Madonna del mundo latino, y la Ronda de Boltaña, un poco más canosa pero con el mismo entusiasmo y espíritu joven, sigue rondando Boltaña. Han recorrido el mundo, junto con la Orquestina del Fabirol, como los verdaderos embajadores aragoneses del turismo que son y por fin han actuado en Bruselas!

I have a dream…….

Una compañía de bajo coste, como Ryanair o preferiblemente una aragonesa, ha creado una verdadera red de vuelos desde Zaragoza a las ciudades más importantes de Europa.

I have a dream…….

Ha desaparecido el síndrome ‘No hay/No existe, a secas’ de los comercios de Alcañiz; están abiertos el sábado por la tarde y te reciben con una sonrisa natural, que no cuesta nada.

I have a dream…….

No me han quitado las curvas en la mejor autoescuela del mundo, uno de los pocos sitios que quedan en Europa donde realmente disfrutas al volante.

I have a dream…….

Algún emprendedor (quizás yo) ha puesto un negocio de trashumancia. De la misma manera que se alquila un coche en el aeropuerto, en el pueblo se puede alquilar un pequeño rebaño de cabras con perro incluido y se va monte a través trashumando, pero no sin primero tomar unas clases prácticas. En vez de ‘Bailando con Lobos’, el programa se llamará ‘Andando con Cabras’ (¡Estoy como una, lo reconozco!)

I have a dream…….

Y Teruel sigue existiendo y protegiendo sus maravillosos recursos naturales.

 

Todo esto cuesta mucho trabajo, lo sé. Hay mucho camino que recorrer en los próximos 10 años, pero se puede conseguir con ese tradicional tesón aragonés combinado con una juventud bien preparada y más internacional que sus padres.

¡Sigo soñando!

 

 

Bruce Taylor

Miembro del la Comisión Gestora

de la Asociación de Turismo Rural del Bajo Aragón

Y periodista para BBT Online

– la revista online para los profesionales del turismo

@ www.bbt.be

basada en Bruselas

 

(Artículo publicado en el Boletín especial 50 de la Asociación Amigos de Aragón de Bruselas, septiembre 2004)


Goles son pasiones

febrero 16, 2008

Un famoso periodista deportivo define el fútbol como “una pasión y un sentimiento irracional que pueden marcarte una vida”. Quizás sin la necesidad imperiosa de llegar a ese extremo, lo cierto es que hay mucha gente apasionada de este deporte, ya sea como aficionado, como practicante o incluso desde ambos puntos de vista.

Este es el caso de nuestros dos protagonistas. Alfredo Guardiola y Carlos Rebullida son dos peloteros belmontinos que forman parte del equipo de fútbol de Torrecilla de Alcañiz. La amistad con uno de los futbolistas en el caso de Alfredo y la recomendación del propio Alfredo son las dos razones que explican el porqué de esta historia. Alfredo inició sus “pinitos” futbolísticos en el Torrecilla hace siete años, gracias a la propuesta de un conocido, quién le ofreció la posibilidad de entrar a formar parte del equipo. Alfredo no se lo pensó y aceptó la propuesta. Hace un año fue el propio Alfredo quien recomendó a Carlos a sus compañeros de equipo. El fichaje fue un hecho poco después, y el dúo belmontino comparte vestuario desde entonces.

A pesar de la diferencia de edad, ninguno de los dos escatima elogios hacia el otro. “Es el alma del equipo, el que nos hace reír a todos y es un experto en robar balones”, afirma Carlos sobre Alfredo. Por su parte, Alfredo define a Carlos como un jugador “joven, con velocidad, lucha y ganas, aunque todavía debe ir aprendiendo poco a poco”.

Ambos coinciden en afirmar que este año deben esforzarse por situar a su equipo en la zona media-alta de la clasificación, tras una temporada pasada en la que finalizaron el campeonato en la penúltima posición, justo por encima del Alcorisa B.

Para lograr estos objetivos, el Torrecilla ha confeccionado un equipo lleno de ilusión que deberá pelear con equipos como el Teruel B, el Samper de Calanda o el Valderrobles, al que ambos señalan como el equipo más fuerte.

Carlos aspira a consolidarse como el delantero referente del equipo y aumentar sus registros goleadores – el año pasado anotó un gol -, mientras que Alfredo ocupará la banda izquierda del centro del campo aportando fuerza, intensidad y carácter al equipo.

Como buenos futboleros que son, ambos tienen muy claros sus sentimientos más allá de su periplo personal como peloteros… Alfredo es un zaragozista de los pies a la cabeza mientras que a Carlos le tira más el color blanco del Real Madrid.

Ambos coinciden en señalar a los “galácticos” como firmes candidatos a ganar la Liga, aunque en el caso del mejor jugador del campeonato, Carlos se decanta por el madridista Samuel mientras que a Alfredo le tira más el culé Ronaldinho.

Respecto al Zaragoza, Alfredo confía en que su equipo alcance la clasificación para la UEFA el año que viene. Carlos es un poco menos optimista y cree que los maños acabarán en media tabla.

Para cerrar sus valoraciones sobre la “Liga de las Estrellas”, ambos sitúan al Getafe y al Numancia como firmes candidatos al descenso. Alfredo cree que será el Albacete quien acompañará a madrileños y sorianos a la Segunda División, mientras que Carlos apuesta por el Racing de Santander como el tercer candidato al descenso.

 

Alfredo y Carlos liderarían un hipotético equipo belmontino de fútbol. Ambos afirman resignados que la falta de gente es el mayor problema para que el pueblo pueda formar su propio equipo de fútbol.

 

 


Scènik Teatre, de nuevo, en Belmonte de San José

febrero 16, 2008

El grupo colomense presentó la gala “Belmonte, ¡qué hermoso eres!”

“Damas y caballeros concentren su atención, esto ya significa que empieza la función…”. Así dio comienzo el reencuentro de Scènik Teatre con el pueblo de Belmonte de San José, en Teruel. De nuevo, se había pensado en nuestro grupo de teatro para participar en el programa de las fiestas patronales de San Cosme y San xxxxx. Una vez más, el ya para nosotros familiar Horno de Pan Cocer se convirtió en un improvisado y pequeño cabaret y, nosotros, los actores, en divertidos intérpretes que, a través de canciones y coreografías, intentamos hacer pasar un buen rato a todos aquellos vecinos que quisieron acercarse a disfrutar del espectáculo “Belmonte, ¡qué hermoso eres!” que, aunque modesto, estaba hecho con muchísima ilusión.

Actuaciones para todos los gustos

No faltó de nada….incluso tuvimos el honor de tener entre el distinguido público al ex alcalde marbellí Julián Muñoz acompañado, no por la Pantoja, sino por su ex mujer Mayte Zaldívar. De hecho, aunque hubiera estado Isabel Pantoja no hubiera hecho sombra a nuestra gran folclórica, Dolores la Dolorosa, que actuó en Belmonte con todo su poderío y…aunque intentara disimularlo…con un “ligero” –aunque inofensivo- toque psicópata…

Este espectáculo musical se presenta como una crónica sentimental de las canciones que marcaron la vida de cientos de personas; de hecho, es un homenaje, no sólo a la hospitalidad del bello pueblo turolense sino también a todos aquellos y aquellas que aún se emocionan al oir en la voz de Pérez el Valdepeñero -nuestro particular Antonio Molina- la canción “Soy Minero” o la mítica “Vivo cantando” en la voz de Salomocho.

El montaje hace vivir a sus personajes dentro del mundo de la farándula y, entre número y número, los propios protagonistas explican sus penas y sus glorias, de manera que todo el público comparte un trocito de sus vidas, mezclas de humor y nostalgia, a menudo ironizada.

Belmonte, ¡qué hermoso eres!” es el nombre de un cabaret que recoge aquellas canciones e intérpretes que, por una razón u otra, han quedado grabados en las mentes de los actores y actrices de Scènik, quienes los han dotado de personalidad propia y los han aderezado con ingredientes de cosecha propia, creando unas versiones tan divertidas y disparatadas como la de la diva Nati Passiego y sus irrefrenables ganas de ser aplaudida; la caprichosa niña prodigio Maricol; el genial cuarteto de Babba; nuestra “Bella” Lorito buscando novio desesperadamente entre los solteros del pueblo; el misterioso y sugerente transformista Tomás Turbado; o nuestro Pepe Leches y su inolvidable “Michelle” que cantó más fuera del Horno que dentro cuando, debido a su imparable miopía, se salió del recinto en plena actuación…..Cabe destacar en todo este elenco de personajes a la inefable señora de la limpieza o a coristas y bailarines que acompañaban a los cantantes: “girls” acosadas por el “minero”, “boys” que intentan salvar del alcohol a Gelu (aquella para la que “siempre es domingo”…)…y tantos y tantos personajes creados para la ocasión.

Damas y caballeros, concentren su atención, esto ya significa que acaba la función…” De momento, claro, porque todos los que formamos parte de esta compañía de Santa Coloma de Gramenet, esperamos que el año próximo tengamos de nuevo la oportunidad de viajar a Belmonte, donde ya nos sentimos como en nuestra propia casa. Gracias por vuesta acogida, por vuestra colaboración y por vuestros aplausos. ¡Hasta la vista, Belmonte!


Gloria Prunés

Scènik Teatre


Las recetas de Teresa

febrero 16, 2008

TURRON DE MAZAPÁN


En los números anteriores hemos mostrado diversas fotografías de cocinas tradicionales de algunos bemontinos que se han ofrecido gustosamente a compartir con nosotros los vestigios de aquellos hornos y entornos en los que antaño se reunían nuestras familias para charlar, convivir y preparar todos aquellos platos que les reconfortaban para celebraciones, festividades y sobre todo para reponer las energías que luego se llevaba el campo y las minas. En la primera receta del nº1 pudimos contemplar la cocina que conserva extraordinariamente Miguel Ángel de Miguel, en el nº2 la cocina pertenece a la solariega casa de Encarnita Bosque y en este número podemos ver el lugar que ocupaban las cazuelas en el molino de María Paz Pellisa Amposta. Emplazamos a todos los belmontinos a que nos ofrezcan la posibilidad de fotografiar aquellos lugares de sus casas que conserven, ya sean vajillas, cazuelas, hornos o cocinas pertenecientes a esa época anterior a la vitro-cerámica y el gas butano. También recibiremos gustoso todo tipo de recetas o sugerencias para este apartado de la revista. Para todo esto diríjanse a la Asociación Cultural Amigos del Mezquín.

En este número, y por la proximidad de fechas hablaremos de la elaboración del Turrón que todavía hoy en diciembre empiezan a preparar en muchas casas. Sin desprestigiar al Lobo, o a la Jijonenca, es imprescindible destacar esta labor hogareña fruto de la recolección de almendras de nuestros campos, y de la dedicación que impone la cocción de tan preciado manjar navideño. Para preparar el Turrón de mazapán necesitamos:

  • 1 Kg. de almendra rayada sin piel y bien seca.

  • 1 Kg. de azúcar.

  • 2 cortezas de limón.

  • 2 vasos de agua.

Tenemos que mezclar el agua con el azúcar y ponerlo al fuego. Cuando empiece a hervir tenemos que echar la almendra y el limón rayado. Ya solo nos queda darle vueltas para que se mezcle bien todo, y después lo meteremos en algún recipiente que le de la forma deseada.

Si para estas fiestas navideñas también queremos acompañar la mesa con Almendras garrapiñadas para los más golosos, solo necesitamos:

  • 1 vaso de azúcar en almíbar.

  • 1 vaso de almendras.

Solo tenemos que poner el azúcar en almíbar al fuego, echar las almendras y darle vueltas hasta que estén bien hechas.


 


Curso de teologia para toda la familia

febrero 16, 2008

Desde el corazón de la polémica sobre la clase de religión en las escuelas, nos atrevemos a ofrecer un espacio “por entregas” de “Teología para toda la familia”. No se trata ni de catequesis, ni de doctrina, no nos pronunciaremos sobre la existencia de una verdad última o no. Se trata de reflexionar sobre el fenómeno humano de las religiones vistas des de la razón (fenomenología de las religiones), partiendo del ser humano como persona abierta a una posible revelación divina.

En este primer capítulo, intentaremos hacer una reflexión previa sobre algunos rasgos del comportamiento humano que pueden dar alguna pista acerca del porque puede ser razonable creer, aún cuando sea imposible su demostración sólo a través de la razón. Partiremos de algunas reflexiones para más adelante adentrarnos, por medio de algunas pinceladas, a las distintas religiones y más importantes que encontramos en nuestro mundo.

Comenzaremos por constatar que el ser humano es un ser que inevitablemente desea. No podemos no desear, desear la muerte ya es un deseo. Pero básicamente nuestros anhelos se mueven en las coordenadas del ser amado (familia, pareja, amistades) y del ser creadores (profesión, etc..). Consciente o inconscientemente todos tenemos alguna creencia que afecta a la globalidad de la vida, i su certeza no se puede demostrar. Las expresiones: “sólo creo aquello que veo”; “todo es relativo”; “al final triunfará la verdad”, etc.., son también afirmaciones que con o sin razón comportan una visión de la globalidad de la vida.

El ateismo (no hay Dios), el agnosticismo (ni afirma, ni niega a Dios), el cristianismo, el islam, el budismo, el hinduismo, la new age (nueva forma de gnosticismo, de gnosis=sabiduría)…., son creencias, son “fes” que implican una visión no demostrable de la realidad.

En este plano, también podemos darnos cuenta de que cualquier creencia personal implica un margen de contradicción, y entenderemos por contradicción aquella cosa que no es explicable. Por ejemplo, una visión atea nos plantea la vida, la inteligencia, el arte…, surgidos sólo del azar; un cristianismo nos plantea el gran desafío de explicar cómo un Dios bueno permite el sufrimiento del inocente, una creencia en la reencarnación nos limita el valor de la vida actual y del individuo… y podríamos dar un largo etcétera. Aún así, el hombre sigue optando por alguna creencia y asume el margen de contradicción que ésta implique porque esto es propio del ser humano.

Otra pista a tener en cuenta es que el ser humano más que un “animal racional” es un animal que “razonablemente confía”. El centro de gravedad de esta percepción que proponemos se desplaza de la capacidad de analizar, a la capacidad de confiar en base a motivos razonables, porque vivimos en nuestra cotidianidad constantes actos de confianza: la comida que compramos, los datos geográficos que nos dan, las relaciones humanas…. Si tuviéramos claros todos los datos de una situación o de una persona para poder actuar, no lo haríamos nunca.

Inevitablemente las personas actuamos i tomamos decisiones pequeñas o grandes a cada momento. Podemos cambiar el sentido (el contenido) de nuestras acciones pero no podemos dejar de actuar y en estas actuaciones intervienen inevitablemente nuestros condicionamientos éticos y morales. Constantemente nos estamos definiendo, entre el bien y el mal, entre la verdad y la mentira, la belleza y la fealdad, la integridad y la dispersión, el egoísmo y la solidaridad, la justicia y la injusticia….. Todo esto, ¿responde simplemente a una fatalidad?, o bien tiene algún sentido, ¿responde a alguna lógica escondida?

Por último y para acabar esta introducción a la visión del hombre como un ser abierto a una posible revelación divina, tomamos como punto de partida nuestros deseos más interiores, los cuáles nos llevan constantemente a actuar de maneras distintas frente a situaciones diversas. Nos referiremos en primer lugar a aquellos deseos más radicales como el deseo de ser, amar, conocer, actuar… Y en segundo lugar a aquellos que pertenecen al plano de los “objetos” concretos que deseamos, como el coche, el libro, una película, un vestido….. Los primeros sólo los vemos en tanto que los podemos expresar, y esta expresión generalmente se encarna en los segundos, esto es lo mismo que decir que saciamos parcialmente nuestros deseos más radicales por medio de aquellos objetos finitos, palpables, mesurables. Pero por experiencia sabemos que nuestro deseo más radical, nuestra voluntad más profunda es infinita y nunca queda del todo “saciada” por ningún objeto. Tenemos un deseo infinito de amar y de ser amados.

De esto dicho anteriormente, una posibilidad que podemos extraer es la de llegar a la conclusión de que si ningún objeto dentro de la cadena de las realidades humanas puede saciarnos del todo, entonces puede llegar a ser razonable creer que la única realidad que de alguna manera podría saciarnos como humanos con deseos que somos, tendría que ser una realidad o un objeto de fuera de esta cadena humana: una realidad infinita, trascendente, divina…, realidad que cada religión, cada creencia, cada filosofía ha configurado según su historia, su cultura, su percepción de la realidad y su evolución dentro del mundo.

Con estas primeras conclusiones, que pueden ser o no ser compartidas por todos, pero que en todo caso nos permiten partir de un punto con cierta lógica, seguiremos hablando en posteriores publicaciones; más concretamente sobre algunas de las grandes religiones y tendencias o creencias religiosas más importantes que se han dado a lo largo de la historia.

 

Gloria Izquierdo Mir


La familia, fundamento de la sociedad (II)

febrero 16, 2008

 

JAVIER ÚBEDA y ESTHER SÁNCHEZ

 

LA FAMILIA, TERMÓMETRO Y AGENTE DEL CAMBIO SOCIAL

En cada sociedad se conservan, mediante las instituciones, los modelos de comportamiento necesarios para vivir en ella. El término tradición no tiene, pues, primariamente un sentido político, sino estructural y general. Una sociedad no está continuamente alterando sus esquemas de vida; al contrario, está, casi continuamente, transmitiéndolos y precisamente como garantía de supervivencia. La tradición opera antes que nada por una imitación discontinua y diversificada. Y la institución social en la que se da, de modo continuo, la imitación diversificada, es la familia. No debe extrañar por eso que los cambios sociales tengan en la institución familiar el termómetro más significativo.

La familia no es una institución estática. Su esqueleto estructural se mantiene en la historia y no se ve –globalmente- cómo podría ser de otro modo: habrá siempre familia como estable relación entre un hombre y una mujer para el amor mutuo, la procreación y la educación de los hijos.

Aunque este esquema estructural permanece invariado, los modos de la institución han cambiado muchas veces en la historia. Si dejamos a un lado los estudios de antropología cultural en sociedades minúsculas, y nos limitamos al ámbito occidental, se puede afirmar que desde principios del siglo XX hasta nuestros días el modo de la familia ha registrado una transformación espectacular.

La familia actual, en los países con civilización predominantemente industrial y urbana, no es ya la familia extensa (padres, hijos, tíos, primos, cuñados), de casa grande y de amplias relaciones de vecindad. La familia de hoy es nuclear (padres e hijos), de casa pequeña, de departamentos cercanos en el espacio pero muy lejanos en el ambiente y en las relaciones humanas. La urbanización –las grandes colmenas humanas- no traía consigo necesariamente la deshumanización: pero, de hecho, ha contribuido al anonimato, a la falta de solidaridad y a debilitar el sentido de la vecindad.

Contra lo que vulgarmente se piensa, la familia no es una institución que obstaculice el establecimiento de nuevos esquemas de comportamiento. Una vez que los nuevos esquemas han penetrado en muchas familias, éstas se convierten en los más eficaces catalizadores para su activación y consolidación. En una civilización de masas, la singularidad de la familia pierde además importancia, por el conocido fenómeno de que los esquemas de comportamiento se hacen extremadamente parecidos –cuando no idénticos- a nivel internacional.

Si a primera vista las presiones sociales generales inciden sobre la familia, modificando sus esquemas de comportamiento, es mucho más importante y progresivo el fenómeno contrario: las familias así modificadas cobran tal fuerza de transformación social que ningún otro instrumento puede ganarle en rapidez y en eficacia.

Si la familia, como se acaba de ver, no es una institución estática, sino un poderoso y disperso mecanismo de transformación social, todos en la sociedad defienden a la familia: lo que sucede es que cada uno defiende aquel concepto de familia que espera utilizar para su propia perspectiva de la transformación social o política. Del tipo de familia que se construya depende medularmente el tipo de sociedad.

En How to avoid the Future, el escritor inglés Gordón R. Taylor publicó hace algunos años interesantes reflexiones sobre la familia, recogidas en Die Welt: “La familia es el microcosmos de la sociedad; una familia en la cual los niños pueden hacer casi todo, significa preparar una sociedad en la cual casi todo es posible; una familia desordenada, significa una sociedad caótica; una familia llena de odio, equivale a una sociedad de gentes que se odian; una familia que está a punto de romperse da lugar a una sociedad que está a punto de quebrar”.

Taylor recordaba también una experiencia vieja como el hombre, aunque la presentaba con lenguaje actual: “Los psicólogos han elaborado modelos que explican cómo se forma la conciencia de los niños, como producto de la aceptación e interiorización del ejemplo de los padres”. Y el escritor inglés hacía ver que el problema de la disgregación familiar es hoy “el más importante de la sociedad, más que los problemas políticos y económicos, en los que nuestros líderes emplean la mayor parte de su tiempo”.

La familia, fundamento de la sociedad


EL FUTURO DE LA FAMILIA

Bueno será, en estos tiempos en que tanto se habla de cambios, pararnos a pensar en el futuro de la familia misma. Porque con mucha frecuencia se oyen profecías apocalípticas y se ven gestos desdeñosos referidos a instituciones llamadas a desaparecer en el proceso irreversible de la Historia. Una de esas instituciones es la institución familiar. ¿Desaparecerá la familia?

Siendo el amor la fuerza que ha unido a los esposos, de cuya unión proceden los hijos, no será una simplificación indebida considerar que todo el problema de la familia se resuelve en un problema de amor. Entender bien el amor es condición indispensable para entender bien la familia.

El amor matrimonial es un tipo específico de amor en el que confluyen por una parte factores sentimentales y por otra factores voluntarios.

El amor no es simplemente una cosa que viene o se va sin que se sepa cómo, sino que, en tanto que actitud humana, es susceptible de un cultivo, de un cuidado, algo que nace de la decisión que una persona toma de conservar el amor y aun de acrecentarlo.

Igualmente se debe distinguir entre el amor posesivo y el amor oblativo. La natural tendencia del hombre le lleva a dar a su amor un carácter predominantemente posesivo. Pero igualmente responde a una profunda necesidad psicológica el amor oblativo, es decir, la entrega al otro a través de la voluntad efectiva de servirle, con lo que se hace eficaz y fecunda la vida del ser humano. El carácter oblativo del amor puede sin duda reforzarse a través de la voluntad efectiva de servir al otro con palabras y con obras.

En el marco que del amor se acaba de diseñar, en su doble vertiente, fenómeno sentimental y operación de voluntad, posesivo y oblativo, encajan y pueden tener solución adecuada todos los problemas de la familia.

Todo el mundo ha experimentado las dificultades interiores de la vida familiar. Frustraciones, desacuerdos, tensiones, riñas, separaciones, conflictos, ponen de relieve la existencia de dificultades interiores, junto con la acción de factores externos (concepto romántico del amor, falta de unidad económica en la familia, dispersión familiar, etc.) que contribuyen al deterioro de la familia y explican el que se busquen nuevas formas de institución familiar, y hay incluso hasta quienes vaticinan su desaparición.

En el deterioro de la familia y en el camino hacia su destrucción, aunque la influencia de los factores externos, sociales, sea importante, influyen mucho más, son decisivos, las tensiones y conflictos internos. La desadaptación y la insatisfacción familiar son factores influyentes en la desintegración de la familia. Algunos de los profetas de la desaparición de la familia señalan como causa el ordenamiento social que impone demasiadas restricciones innecesarias a la humanidad. Vale la pena tener en cuenta que aun cuando estos ordenamientos tienen un carácter social, sin embargo, son onerosos en la medida en que no se aceptan íntimamente por aquellos a quienes van dirigidos.

La desadaptación y la insatisfacción familiares, en rechazo del orden familiar por penoso, son, en última instancia, manifestaciones de la debilidad o inexistencia del amor. No tenemos por exagerado decir que la desintegración de la familia no es sino una consecuencia de la desaparición o el deterioro del amor.

Cuando los sociólogos empiezan a hablar de la desintegración familiar comienzan diciendo que la institución familiar está muy regulada, hecho que si bien por una parte contribuye a definir claramente la institución y los comportamientos familiares, por otra parte constituye un conjunto de ataduras o limitaciones difíciles de aceptar y respetar.

Tres perspectivas parece que se ofrecen a la familia del futuro:

La primera, extrema, es la desaparición de la institución familiar como entidad innecesaria y que se opone al libre desenvolvimiento de la persona y a la necesaria evolución de la sociedad.

La segunda es la de una familia inestable, que puede constituirse por voluntad de los esposos, pero que se puede disolver en cualquier momento.

La tercera, permanencia de la institución familiar como una entidad necesaria para el desenvolvimiento individual y social, con caracteres de indisolubilidad y permanencia.

Por lo que ha venido aconteciendo hasta ahora, podemos suponer que seguirán persistiendo factores positivos que contribuirán a la permanencia y estabilidad de la familia. Entre ellos puede mencionarse:

Criterios y valores heredados y aceptados a favor de una familia necesaria y estable.

Presiones sociales que por razones doctrinales, políticas y aun económicas actúen a favor de la estabilidad familiar y en contra de su disgregación.

Acertada elección del cónyuge, que por sus condiciones de edad y formación más garantías razonables ofrezca de una unión verdadera.

Semejanza de antecedentes en los casados, tanto desde el punto de vista socioeconómico cuanto desde el educativo y religioso.

Relaciones de parientes y amigos que contribuyen al desarrollo normal de la vida familiar sin conflictos graves o que ayudan a la solución satisfactoria de los conflictos cuando surgen.

Pero sobre todos estos aspectos positivos podemos mencionar uno, aun cuando la expresión pueda parecer fuera de moda: la firmeza del amor. Es éste un factor que ya no se halla en el contorno social, sino en el interior de la persona. El problema está en si el amor será capaz de vencer las grandes dificultades y sobre todo los pequeños obstáculos que la rutina de la vida introduce día tras día.

Entre los obstáculos a la permanencia de la familia se suelen señalar determinados factores que están en el ambiente:

Leyes favorecedoras del divorcio, del aborto, etc. También se puede hablar, ¡cómo no!, del influjo negativo de las ideologías que hoy dominan el mundo.

Si trasladamos estas ideas al campo de la familia y del amor familiar, las podemos ver en toda su capacidad corrosiva.

Pero si el amor se entiende como operación de voluntad, dicho de otro modo, como donación personal en él tendremos la garantía de continuidad de cada familia en concreto y de la institución familiar en general.

Es verdad que en el sentimiento no se manda directamente. Pero cuando el amor de sentimiento, inicial tal vez en la unión de dos personas de sexo diferente, se une la decisión voluntaria de entregarse a la persona amada, el sentimiento se ve reforzado por la acción de la voluntad. Esta encuentra su premio en el amor mismo.

En nuestros días, generalmente la familia se inicia con el enamoramiento, real o aparente, de un hombre y una mujer. Es una situación inicial en la que el amor pide una retribución inmediata. Se acepta con gozo el amor porque resulta un sentimiento placentero. A las palabras de amor la persona amada responde con expresiones semejantes. Las palabras, la presencia o la esperanza de la presencia de la persona amada llenan la vida entera del enamorado; pero si hay un desacuerdo, si la respuesta no es la que se esperaba, si las palabras, las actitudes o los actos de la persona amada no se acomodan a nuestro modo de ver, el amor sufre, se resquebraja, se deteriora, empieza a disminuir.

El amor es fuerte únicamente cuando es incondicionado, cuando no pide otra recompensa que la existencia del amor mismo. Cuando en lugar de pedir…, da. Tenemos la impresión de que apenas si se ha mencionado en algún sitio la íntima vinculación que la lealtad tiene con el amor. Pero la verdadera lealtad está en que la limpieza de la unión no se manche ni la fidelidad se rompa.

El hombre es libre para ofrecer su amor. Pero una vez ofrecido no tiene otros derechos sino el de encontrar en la lealtad a ese amor su fortaleza y en el amor mismo su recompensa. Cuando de un modo permanente el hombre ha llegado a esta situación, puede decirse que está en el amor.

La permanencia de la familia como entidad estable no tiene otra garantía que la participación en un concepto claro del amor y la aceptación gozosa de sus exigencias.

Por su parte, el poder civil ha de considerar como un deber sagrado: reconocer la verdadera naturaleza del matrimonio y de la familia, ayudarla y protegerla (una faceta importante de este deber del Estado es el desarrollo jurídico de los derechos fundamentales de la persona que hacen referencia a la familia); defender la moralidad pública; fomentar la prosperidad del hogar; garantizar el derecho de los padres a tener hijos y a educarlos en el seno de la familia; proteger con legislación adecuada y con diversas instituciones, y ayudar de forma suficiente, a los que desgraciadamente carecen del bien de una familia propia.

La familia es insustituible y como tal, ha de ser defendida con todo vigor. Es necesario hacer lo imposible para que la familia no sea suplantada. Lo requiere no sólo el bien privado de cada persona, sino también el bien común de toda sociedad, nación y estado.

La familia ocupa el centro mismo del bien común en sus varias dimensiones, precisamente porque en ella es concebido y nace el hombre. Es necesario hacer todo lo posible para que desde su momento inicial, desde su concepción, este ser humano sea querido, esperado, vivido como valor único e irrepetible. Debe sentirse importante, útil, amado y valorado, incluso si está inválido o es minusválido; es más, por esto precisamente más amado aún.

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BIBLIOGRAFÍA :

– Javier Úbeda, Matrimonio y familia, La Comarca, Alcañiz (del 19 al 25 de mayo de 2000).

– Javier Úbeda, El futuro de la familia, La hora del Bajo Aragón 23, Alcañiz (7 de febrero de 2003).


















 


No tens coneixement, diu la Sofia

febrero 16, 2008

Toni Mompel

….Y ¿hay formaciones rocosas más elevadas que la barra del bar de Belmonte?, afortunadamente, sí.

A está conclusión llegué una tarde de finales del mes de junio del 2003, viendo una competición de escalada femenina celebrada en alguna ciudad del Norte de España.

Raudo y veloz, tras finalizar la competición, giré mi cabeza 90 grados, mire a Sara y le dije: Yo quiero probar eso de la escalada.

Al día siguiente consulte al todopoderoso internet “escalar en Barcelona”…… . Dos días más tarde me encontraba con 27 años intentado aguantarme en la pared de un rocódromo (recinto donde se entrena, está formado por presas y paredes artificiales).

Bueno dejando el rollo que les he narrado anteriormente, vamos al grano.

Hay diferentes tipos de escalada, deportiva, libre, clásica, en hielo….. . Voy a hablar de la deportiva, que es la que practicamos Sara y yo. Esencialmente se define o se caracteriza por la ascensión de una pared sólo con la fuerza y técnica del individuo; queda totalmente exento ayudarse de elementos artificiales, tales como piolets (picos), cuerdas…. , ya que estarías practicando otro tipo de escalada.

¿Qué necesitas para poder escalar?

Primero alguien que te enseñe, ya que esto no es ponerse delante de una pared y comenzar a subir, hay que tomar precauciones y esto requiere tener unos conocimientos previos de seguridad ya que simple y llanamente sino los tomas te matas, en el mejor de los casos.

¿Qué más se necesita? : una cuerda de 60 o 70 metros (la mía es de 70m por si alguna vía supera los 30m), un mosquetón, un ocho o un reverso o un grigri (con estos aparatos se da cuerda, se recupera cuerda o te frena si caes, hay diferencias importantes entre ellos), arnés, cintas (son dos mosquetones unidos por una cinta de nylon, uno de los mosquetones lo colocas en la chapa y por el otro mosquetón pasas la cuerda), pies de gato (se denomina al calzado que se utiliza), casco y magnesio.

Deseo puntualizar que las paredes por las que escalamos están equipadas, es decir, hay unos anclajes en la roca cada 2 o 3 metros llamados chapas, donde colocaremos las cintas mencionadas anteriormente. Si las vías no estuvieran equipadas la lista de material a utilizar se ampliaría.

El equipamiento básico, para vías ya equipadas, no es barato: para 2 personas: 1 cuerda, 2 arneses, 15 cintas, 1 reverso, 1 mosquetón, pies de gato, puede valer unos 500 Euros, también dependiendo del dinero que te quieras gastar, como todo. Normalmente te compras primero un arnés y los pies de gato, vas a escalar con gente que tiene el equipo y si ves que te gusta, te acabas comprando el resto de los enseres poco a poco.

Mimar el material es esencial, ya que todos ellos son elementos de seguridad, que en caso de caída, conseguirán que la cosa quede en un simple susto. Pero hay algo mucho más importante que todo esto y es el compañero, la persona que está abajo dando cuerda, recuperando, frenando una caída o animándote. El asegurador tiene que estar atento en todo momento ya que de él depende tu vida si se produjera una caída.

Y ya que me han brindado está oportunidad de participar y expresarme en un acto público aprovecho para saludar a mi madre, a mi padre, a mi hermana, bueno a toda la familia en general, amigos y sobre todo a Torrente y Dolores dos grandes canes donde los haya.

Tras llevar un año y escasos meses practicando escalada libre se denotan algunas diferencias con otros deportes que he practicado de niño y no tan niño. Disfrutar, sufrir, cansancio….. son estados anímicos y físicos que son comunes en todos los deportes, pero personalmente creo que hay factores que destacan respecto a los mencionados anteriormente. Uno de ellos es el autocontrol, estar a 20 metros de altura en un paso complicado con los antebrazos dilatados al máximo, cansado y el miedo a caer, requiere echar mano del dicho “vísteme despacio que tengo prisa” en ese momento es cuando tienes que relajarte y tranquilizarte, relajarte para que no fallen las fuerzas y tranquilizarte para pensar como vas a superar ese tramo de vía, pero esto se gana con la experiencia, muchas veces la suma de cansancio más bloqueo mental (causados por los varios metros que te separan del suelo) dan el resultado

de caída.

La primera vez que me presente en el rocódromo, éramos una manada de 16 personas, muchos ya llevaban tiempo escalando, Yo era y soy todavía un lechón. He tenido la oportunidad de conocer a personas de otros países Venezolanos, Ucranianos, Franceses, Argentinos de todos aprendes algo y es

interesante ver como siendo de distintos países y culturas todos viven la escalada de forma muy parecida. Con el grupo con el que voy a la montaña, hay una chica Argentina, concretamente de Buenos Aires, que se llama Mariana, que prepara una infusión llamada Mate que se suele tomar, sobre todo en época de frío, cuando estamos reunidos después de haber realizado una ascensión.

Es imposible explicar, en dos hojas, técnicamente todo lo que engloba la escalada, graduación de dificultad de las vías, colocación de material, asegurar, preparación física y mental, un largo etc que no merece la pena explicar ni leer si no te gusta este mundillo. Pero si es interesante intentar dar a conocer las sensaciones que se experimentan cuando llegas al final de una vía. Evidentemente subir requiere esfuerzo físico y fuerza de voluntad, pero una vez has llegado al final de la vía, a 30 metros de altura, asegurado, sentado sobre el arnés, colgando de la cuerda y de espaldas a la pared contemplando el paisaje, se te ofrecen sensaciones de tranquilidad, libertad, paz, sosiego… no hay dinero en el mundo que compense ese momento, el extres tan famoso de las urbes queda erradicado completamente (las vías que escalamos son de 30 metros máximo supongo que a 200, 300, 900… metros de altura las sensaciones serán mucho mayores), habría que añadir la satisfacción.

Hay escaladores que se inician desde muy niños en este mundo, muchos de ellos acaban convirtiendo la escalada en un forma de vivir la vida, para que se hagan una idea más clara piensen en la imagen del surfista que va viajando de costa en costa buscando olas, esto es lo mismo.

Respecto a la familia, mi madre y mi hermana no me dicen nada, mi padre se ríe porque sabe que tengo vértigo (pero cuando se está subiendo por una roca, todo ese miedo desaparece solo poner la primera mano en la pared, desconozco el motivo), bueno y mi yaya dice: No tens coneixement, si depengues de mi no ho faries, no, amb lo chiquet tan majo que ets. Que razón tiene… con lo de majo.

Bueno no quiero terminar mi andadura en esto de los actos públicos sin recordar que si alguien se decide a practicar este deporte, lo primero que tiene que hacer es buscar a alguien que le guíe y le enseñe como mínimo como se coloca el material y como se asegura. Segundo cuidar el material, (si todo esto se controla no tiene que suceder nada, yo me he caído 2 veces y es un momento, no te enteras, te quedas colgando y con 2 testículos u 2 ovarios, leña al mono de nuevo … .), tercero intenta subir , disfrutar y ya me contarás.

Probablemente si otro escalador hubiera escrito el artículo lo habría enfocado desde otro punto de vista, todo lo que escribo son experiencias y conclusiones propias.

Nota: Este deporte no es solo de “machotes”, las mujeres poseen una clase natural escalando que da miedo verlas ascender.

 

 


Memorias de la Escuela

febrero 16, 2008

Trece Testimonios y un siglo.

Debemos agradecer a la Asociación Cultural de “Amigos del Mezquín” la iniciativa que tuvo al organizar la exposición de la “Escuela de Belmonte” en el verano del 2003, ya que reavivó una serie de recuerdos y vivencias que a lo largo de los números de esta revista hemos pretendido explorar y recuperar.

Para este número hemos entrevistado a una serie de belmontinos y belmontinas que conocieron la tristemente desaparecida escuela de nuestro pueblo en diversas épocas de nuestra historia. En los años 20 se sentaban en los pupitres Trinidad Bayod, Pilar Bayod Girald y Tremedal. En los años 30 escribían en la pizarra José Miguel Castellnou y Miguel Guimerá. En los años 50-60 abrían sus libros Conchita Martín Celma y Antonio Mompel Zabala. En los años 60-70 aprendían a leer Ana Mari Pérez Vidal, Gloria Ana Cros Martín, . En los años 80 Sara Bosque Boix, Daniel Guardiola Ruíz y Javier Angosto Martín serían algunos de los últimos alumnos que la habitación de encima del bar vería entre sus paredes. Es curioso cómo la memoria de estas personas está ligada a la historia de nuestro país, al desarrollo educativo del siglo XX y a los diferentes tipos de vida que el entorno rural de Belmonte proporcionó a cada una de estas familias en sus diferentes épocas. Pero lo más curioso es que podemos descubrir con cierta tristeza que nuestro sistema educativo no ha sufrido grandes cambios; ni a niveles técnico-pedagógicos, ni en cuanto al funcionamiento organizativo de las aulas.

En los años 20 Belmonte contaba con una escuela situada en lo que hoy es el bar y el hostal. Era lo que se denomina una escuela unitaria. Y desde luego, no era una escuela mixta: las niñas estaban donde hoy se encuentra el hostal, y los niños abajo (en el bar). Por estas fechas se vivía la época de la Restauración (1874-1923), en la que se impulsó una nueva constitución y una monarquía constitucional que supo conjugar el sufragio universal, la declaración de los derechos y la tolerancia religiosa. Pero en política escolar no se dio ningún consenso y la Constitución de 1876 en su artículo 11, reconoció la religión católica como la oficial del Estado, aunque a su vez también proclamó la libertad de cultos y de conciencia. Los sectores políticos no volvieron a centrarse en los temas educativos hasta la crisis interna que sufrió el país al perder las colonias de Asia y América a finales del siglo XIX: la frase de “salvar a España por la escuela”. Esto dio lugar al consenso entre progresistas y liberales, además de la labor intelectual promovida por los miembros de la conocida generación del 98 (Unamuno, Azorín, Pío Baroja…). En esta época el salario de los maestros pasó a pagarse por el tesoro público, ya que anteriormente lo pagaban los ayuntamientos y era bastante deficiente. A pesar de las reformas pretendidas no crearon ninguna política coherente porque los Gobiernos en esta época duraban como mucho cinco meses. El 13 de octubre de 1923 el general Primo de Rivera encabezó un golpe militar que puso fin a la Restauración, y será en 1931 tras el triunfo de los partidos republicanos y socialistas en las elecciones municipales del 14 de abril cuando se proclame la Segunda República (1931-1936). En la Segunda República se reguló el bilingüismo y se permitió que en las escuelas primarias se enseñara en la lengua materna, aunque fuera diferente a la del castellano. De todos modos en la escuela de Belmonte como siempre hubo maestros de otras zonas no catalano – parlantes siempre se impartieron las clases en castellano.

Tras esta breve contextualización histórico-política volvemos a los alumnos de Belmonte que por esas fechas estaban en la escuela. Será en este contexto político-social en el que Trinidad Bayod, Tremedal, Pilar Bayod, José de Miguel Castellnou y Miguel Guimerá vivieron su época escolar. Parece que en nuestro pueblo este tipo de confusiones políticas no afectaban a la cotidianidad de sus habitantes. Los niños y niñas entraban en la escuela con seis años y salían con 14. Pilar Bayod nos explicó que – Yo entré a los 4 años en la escuela, pero pagando porque hasta los 6 no era gratis. Teníamos que darle una peseta al mes a la maestra para el parvulario.– La clase se componía de un mobiliario muy simple; una tarima con un sillón y la mesa de la maestra. Las niñas se sentaban en unos bancos grandes de cuatro asientos con cajones para guardar las cosas. Todos recuerdan con poco entusiasmo la obligación de escribir con esos complicados tinteros y plumas que solían dejar rastro por todos los papeles, dedos y ropa que se le acercaran, pero también recuerdan que eran ellas las que tenían que preparar la tinta – Hacíamos la tinta en un puchero de tierra con la medida que marcaba, echábamos los polvos, agua y removíamos con un palo, con esa tinta se escribía muy mal.- De estas palabras de Pilar Bayod podemos comprender todos los estudiantes del siglo XXI la comodidad que supone poseer un bolígrafo o un ordenador para trabajar en clase.

Trinidad Bayod recuerda que al menos había 40 niñas en su clase – Pero ya no vive nadie de mi edad. Algunas de mis compañeras eran Celeste, Encarna, Victoria, Pura, Carmen, Manuela….-. Nos explicó que el horario escolar duraba de 9-13 y de 15-17, los días festivos eran los jueves por la tarde y los domingos, así que ¡los sábados tenían clases! Por las tardes solían realizar labores; tapetes, juegos de cama, pañitos, bordar todo tipo de prendas y por las mañanas tenían lecciones de matemáticas los martes, gramática los lunes, los viernes urbanidad, el sábado catecismo, geometría… Una de las cosas que más recuerdan del colegio es todo lo que aprendieron a coser y los rezos. En cambio los hombres no recuerdan haber rezado en la escuela…

José Miguel Castellnou recuerda algunos de los compañeros que compartieron el aula con él- Raimundo Boix, Adolfo Galve, Lauro Esteban, José Figerola, Eladio Belvis, Pascual Ciprés… Los niños tenían las clases en lo que hoy conocemos como el bar, pero los arcos estaban tapados con un tabique. Su profesor se llamaba Federico Minguez y vivía en el palio porque se había casado con una mujer de Belmonte. En cambio la maestra de las niñas se llamaba en voz de Pilar Bayod -Doña Adelina Enguita Barrachina, natural de Villalba la Alta provincia de Teruel, y vivía en la escuela con sus tres hijos. Tenía la cocina y su habitación casi en la clase de las niñas-. Entre los niños y las niñas no había ningún tipo de actividad en común, ni siquiera compartían el recreo. Pero tanto unos como otros recuerdan los días fríos de invierno, en los que cada niño o niña tenía que llevar al cole su trozo de leña para una estufa, que ellos mismos tenían que encender.

Todos recuerdan los castigos de los maestros, y parece que en la escuela de Belmonte era habitual que te pegaran con una palmeta en la mano, o te metieran en el “cuarto de los ratones”. Un día que la maestra le iba a pegar a Tremedal con la palmeta, esta apartó sus manos en el último momento, consiguiendo de este modo que la maestra comprobara en sus propias carnes lo que imponía a sus alumnas, y como es natural a la maestra no le hizo gracia.

José Miguel Castellnou y Miguel Gimerá recuerdan las redacciones y cuentas que cada día tenían que hacer en la escuela, así como la lectura diaria de un capítulo del Quijote. Ellos y la mayoría de sus compañeros estuvieron en la escuela hasta los 14 años y después se dedicaron a trabajar en sus campos. Tremedal tuvo que abandonar la escuela a los ocho años, Trinidad Bayod tras terminar la enseñanza básica a los 14 años se fue a estudiar a un colegio privado durante dos años a Teruel y Pilar Bayod Girald salió a los 16 años de la escuela y se fue a coser a casa de Nieves Marqués Vilanova. Recuerdan que el absentismo escolar era frecuente porque las labores del hogar requerían de las manos de las hijas sobre todo (ir al horno a amasar, ir a lavar…), y por eso cuando venían las autoridades a examinar a las niñas la maestra sacaba a las más listas a la pizarra. A pesar de no tener videojuegos y de que en su colegio no organizaran viajes de fin de curso, todos recuerdan con mucho cariño sus años escolares, sus compañeros, las exposiciones de labores, ect. En primavera plantaban un árbol en el “Basot” y venían las autoridades, incluso les regalaban un bocadillo de chorizo o salchichón y una naranja. Solían jugar a la comba por las calles y al escondite por todo el pueblo, entrando en todas las casas que estuvieran abiertas; es curioso que muchos de sus compañeros, hoy nietos de la generación que nos cuenta sus recuerdos, también se divirtieran jugando al escondite y a “polis y cacos” por todo el pueblo hasta que se encendían las farolas y los esperaban en casa sus padres. En los años 30, cuando ya los niños se volvían mozos y mozas iban a bailar a casa de las chicas, siempre en compañía de sus madres, y organizaban bailes en los salones los domingos al son de las bandurrias.

El 18 de julio de 1936 comienza la guerra civil española con el alzamiento militar del general Franco. Durante este periodo todos conocemos los sucesos de la tragedia que supone para un país estar dividido, luchar entre hermanos, entre paisanos y entre vecinos; la muerte y la destrucción. No he podido hablar con nadie que asistiera a la escuela durante este período, pero los que se fueron antes como José Miguel Castellnou– Yo salí de la escuela el 6 de diciembre de 1935-, recuerdan que las clases continuaban con normalidad, menos los días que los belmontinos huían hacia las cuevas. Estas escapadas hacia el campo en busca de refugio duraban incluso semanas…

Los años de la Dictadura del General Franco (1936-75) se centraron en la creación de un sistema educativo católico y patriótico. El Estado dejó en manos de la Iglesia el control ideológico de las escuelas y el derecho a inspeccionar la enseñanza en todos los centros docentes. Será en el año 1970 cuando con la Ley General de Educación se ponga en marcha, para reformar el sistema educativo creando lo que hoy conocemos por preescolar, educación general básica, enseñanzas medias y enseñanzas universitarias. Alumnos de la post-guerra son Conchita Martín Celma y Antonio Mompel Zabala. Recuerdan la mantequilla y la leche americana – Cada día uno tenía que calentar la leche en su casa y llevarla al cole. Y cada uno tenía que llevar su trozo de leña-, recuerda Antonio Mompel. Solían llevar su plumier de madera con sus lápices y colores, asistir a la bajada de bandera y sentarse en sus bancos para que el maestro Don Faustino comenzara la lección. Antonio Mompel reconoce que muy pocos querían ir al colegio y que Don Faustino era verdaderamente paciente, pero lo que más recuerda de la escuela era la familiaridad y el compañerismo que existía entre los alumnos. Para él es un orgullo haber conseguido mantener la amistad que por aquel entonces les caracterizaba, pero sobre todo les enorgullece el hecho de que sus hijos hayan tomado su relevo.

Sobre el año 55 hizo las prácticas de magisterio en la escuela de Belmonte Victoria Villalba Pellisa, natural de Maella pero de abuela belmontina. Por aquel entonces la maestra era Doña Dolores, y algunas niñas todavía hoy recuerdan a esta chica de 25 años que solía llevarlas a hacer Gimnasia y a cantar. Victoria recuerda gratamente su estancia en el pueblo. Había cerca de 25 niñas en la clase, dividida por secciones según las edades. Cada día se impartía una lección, lectura y dictado. Los ejercicios solían hacerse en grupos y las mayores ayudaban a las pequeñas.. Salí entusiasmada con la disciplina y el carácter de las belmontinas, dóciles, trabajadoras y con sus cuadernos muy limpios. Una de las cosas que me sorprendió del pueblo, es que las cabras fueran solicas a su casa-, estos son parte de los recuerdos de Victoria Villalba en nuestro pueblo.

Conchita Martín Celma recuerda algunas de sus compañeras; Pili, Aurelia, Carmen, Pepita, Mº Josefa, Victoria, Florita, Enriqueta, María José, Paquita, Julia, María Elena, Vicenta, Lola… Conchita entró con 5 años en la escuela y salió a los 16. Recuerda con un cariño verdaderamente especial los años que pasó en la escuela – Por la mañana había lecciones y por las tardes hacíamos labores. Doña Dolores nos enseñaba muchas cosas y la tía Manuela siempre tenía que avisarla de que era la una o la una y media y teníamos que ir a comer– Rezaban y cosían todos los días. El material con el que contaban era escaso y si hacía falta pegamento hacían “pastetas” con harina y agua o se iban a buscar resina. La leche de los americanos la calentaban con agua, y recuerda que alguna vez organizaron algún teatrillo para los padres. En los años 50 tenían el mismo horario escolar que en los años 20, y también había clase los sábados y fiesta los jueves. Las clases no eran mixtas, y la disposición de las aulas también era la misma que en los años 20: arriba las niñas con Doña Dolores, y abajo los niños con Don Faustino.

En 1976 el Rey don Juan Carlos I nombra a Adolfo Suárez presidente del gobierno y en el 78 se aprobó la que hoy es nuestra Constitución, marcando en su artículo 27 los principios generales de toda la legislación en materia educativa. Por estas fechas Ana Mari Pérez Vidal y Gloria Ana Cros Martín asistían a la escuela unitaria de Belmonte, pero mixta. Este dato es muy curioso porque durante la Dictadura la coeducación estaba terminante prohibida, pero al ser Belmonte un pequeño pueblo y contar con escasos recursos, debieron juntar los sexos en los años 60-70. A la clase de Ana Mari y Gloria también asistían: Isabel Antolin, Miguel Angel de Miguel, Rosa Mari Boix,Fernando Faci, Mº Carmen Angosto, Jesús Esteban, José Luis Boix, José Antonio Guardiola, Andresa, José Manuel Angosto, Mº José Rebullida, Jaime Jarque, José Manuel Rey, José Javier de Miguel, Raquel Faci, María Irene Gascón. La clase era muy grande y los bancos eran de dos. La escuela pasó definitivamente al piso de arriba hasta convertirse en lo que hoy conocemos como el Hostal de la vila. Ana Mari recuerda que su maestra se llamaba María Isabel González, y que tenía dos hijos que también venían al colegio. El recreo ya no se hacía en la terraza del edificio sino que salían a la placeta del bar, y la gimnasia ya formaba parte del repertorio de asignaturas que tenían; se iban al campo de fútbol y jugaban chicos contra chicas. Gloria Cros recuerda que a veces la maestra también tenía que jugar porque no eran suficientes, y también recuerda que algún compañero cazara alguna rata y se la colocara a la maestra sobre su mesa. Las mujeres de esta quinta recuerdan rezar todos los días, y labores por las tardes, en cambio los chicos no rezaban, ni bordaban…

Durante la década de los 80 la escuela empezó a tener cada vez menos alumnos, y continuaba siendo unitaria mixta. Sara Bosque Boix, Javier Angosto Martín y Daniel Guardiola Ruiz recuerdan algunos de sus compañeros: Marcos, Miguel Angel, María Teresa, Juan Carlos Guardiola, Enrique Cros, Camilo Rebullida, María Pilar Angosto, Alfredo Guardiola, Luis Boix, Irene, José Manuel Angosto, Elena Bosque… En la clase contaban con viejos mapas y vetustas escuadras. Adornaban las paredes con sus dibujos, y tenían plastilina, que solían utilizar para embadurnar la pared si les castigaban…Entraban en la escuela con 3 o 4 años, hasta los 16. Las mujeres ya no tenían que bordar, se impartían las mismas asignaturas y actividades para ambos sexos. Javier Angosto recuerda que – Cuando entré en la escuela la clase era muy primitiva pero fue evolucionando. Al principio era toda la planta de arriba del bar y al ir mermando el alumnado utilizaron parte de la planta para la vivienda del maestro, y fueron reduciendo el espacio a lo que hoy es el comedor actual del Hostal-. Para los alumnos de esta quinta es difícil recordar algún maestro ya que hubo un año que pasaron hasta 7 docentes por el centro, y prácticamente cada año tenían uno nuevo.

Las actividades extraescolares ya eran algo normalizado; hacían excursiones al pueblo íbero, también iban a encuentros con las escuelas de otros pueblos, realizaban expediciones en busca de fósiles, jugaban al “alto muerto”, en Navidades hacían obras de teatro pero quizá lo que todos recuerden con más entusiasmo sea el CRIET (Centro Rural de Innovación Educativa de Teruel). Para Daniel Guardiola, lo más divertido era el CRIET en Alcorisa. Ibamos cada tres meses, quince días. De 6º a 8º iban los niños de todos los pueblos. Hacíamos muchos amigos y nos lo pasábamos muy bien, hoy todavía conservamos la amistad. Eran una especie de colonias en las que hacíamos cosas que no podíamos hacer en la escuela, ¡en Naturaleza un día abrimos un corazón! Nos enseñaban a utilizar el ordenador y teníamos todo tipo de deportes-. Sara Bosque también guarda un buen recuerdo del CRIET porque allí podían hacer todo lo que no podían hacer en su escuela – Era muy divertido porque dormíamos todos juntos en unas literas, conocías a niños de otros pueblos, salías por la noche, teníamos laboratorios, deportes, laboratorios de lenguaje… y allí no había exámenes, aprendíamos jugando.-

Para Javi Angosto, – el método de estudio de las escuelas unitarias fomenta la participación y el trabajo en equipo. Las diferencias de edades no suponían ningún problema, incluso los mayores ayudaban con sus tareas a los pequeños.- Y por supuesto no faltaban las travesuras, un pajarito me contó que un día Enrique y Jesús Alberto le pusieron una serpiente muerta en el cajón a la maestra. Hay cosas que son intergeneracionales.

Antonio Mompel recuerda cómo se divertían en las eras jugando con arcos y flechas, recorriendo bodegas, y jugando al fútbol primero en las eras, y después cuando el cura Bautista hizo el campo, al lado del cementerio. Nosotros ya no tenemos que ponernos ajo en las manos para que nos duelan menos los golpes de los maestros, pero continuamos jugando en el campo de fútbol del cementerio, y ahora también en el del polideportivo, continuamos haciendo ruta de peñas o de bodegas, disfrutamos de la libertad que ofrecen los campos para una adolescencia rural, y sobre todo gozamos de un cálido entorno familiar limitado por los confines de nuestro municipio belmontino. Varias generaciones hemos compartido los juegos en el Arrabal, las cabañas, las merendolas en la “Font d’encases”, etc. La perspectiva que ofrecen sus relatos nos ha permitido entender cómo era la escuela de Belmonte desde principios de siglo hasta su desaparición. Es curioso que todos coincidan en caracterizar los años escolares de Belmonte como algo muy familiar.

Ante todo quiero agradecer enormemente a todos los entrevistados su atención y disponibilidad, así como su cooperación ante mis preguntas y la cordialidad y cariño con el que me han tratado a mi, y a sus recuerdos de la infancia. Porque la infancia es un bien preciado con fecha de caducidad, son unos años irrecuperables en los que un entorno familiar y formativo como el que suponía la escuela de nuestro pueblo nos ayudaba a crecer y hacernos mejores personas. Está en nuestras manos llevar a cabo una frase de mi padre que me gusta mucho, y que puede orientarnos en este aspecto:

Si en el siglo XX se consiguió que cada pueblo tuviera una escuela, en el siglo XXI hace falta que cada pueblo sea una escuela, cada calle una clase, cada casa un taller de civismo y cada ciudadano un maestro.

Teresa López Pellisa